Cuando un juego alcanza ciertas dimensiones hablar de expectación entre los aficionados no sólo es obvio, sino que también es innecesario. Todo el mundo que disfruta de este arte que son los videojuegos sabe lo que es la marca Grand Theft Auto, y quien más quien menos ha hecho sus pinitos criminales en los mundos virtuales ideados por Rockstar. Es una serie que tiene defensores a ultranza y críticos feroces, pero que siempre ha mantenido unas cotas de calidad poco menos que incontestables. Unos márgenes que han garantizado convertirlos en compras poco menos que imprescindibles, y que en el caso deGTA V son incluso generosamente superados.
Y es que la nueva obra de los Houser y compañía no sólo es una joya del todo recomendable para cualquier aficionado (mayor de 18 años, claro está), sino que se erige como el mejor representante de una generación donde los distintos estudios han sentido un particular interés por explorar y enriquecer el género de los mundos abiertos. La aventura de Michael, Franklin y Trevor funciona a tantos niveles que es difícil imaginar un lanzamiento más ambicioso de cara a los próximos tiempos, y sin revolucionar el género como en su momento sí lo hizo su predecesor, sí aporta suficientes novedades como para no parecerse a nada y fijar un nuevo listón a superar por sus contendientes sandbox.
La nueva historia sobre traición, crimen y sátira social de la saga es un ejemplo de brillantez narrativa, jugable y conceptual, aunque así mismo brilla con luz propia en aspectos secundarios pero también fundamentales para la inmersión como lo gráfico, lo artístico o un envidiable apartado tecnológico. Su monumental duración y la cantidad de cosas tan diferentes que hay para hacer no logran sino consolidar un todo de valor incalculable, y condenado a permanecer en nuestra videoconsola durante meses por su duración y calidad.
Trébol de Tres Hojas
En el pasado la estructura de guión de un GTA era un patrón no exento de lógica, pero siempre muy repetitivo. Todo comenzaba con un personaje que, por uno u otro motivo, llegaba a una ciudad que le era extraña, o volvía a ella tras por ejemplo pasar un tiempo en la cárcel, y desde abajo comenzaba a hacerse un hueco en el crimen organizadomedrando gracias a su falta de escrúpulos y a una versatilidad de habilidades que les llevaba a ponerse a las órdenes de unos y otros peces gordos del hampa haciendo toda clase de trabajos sucios.
En Grand Theft Auto V todo eso cambia, y es que no sólo hay tres personajes principales en lugar de uno sólo, sino que además nuestros nuevos protagonistas ya están asentados, tienen un estatus en sus mundos al margen de la ley e incluso en algún caso poseen una gran casa y una familia. El único que se sale algo de este patrón es Franklin, que de hecho es el primero sobre el que tomamos el control, y que a pesar de llevar mucho tiempo residiendo en Los Santos, lo cierto es que todavía no lleva exactamente la vida que le gustaría. Subsiste conviviendo con su insoportable tía, en una casa no precisamente lujosa y haciendo pequeñas "chapuzas" que incluyen la recuperación de vehículos para el poco escrupuloso jefe del concesionario donde trabaja.
El joven negro, sin embargo, no tardará mucho en topar en su camino con alguien que le va a cambiar la vida, una especie de genio de lámpara maravillosa en forma de veterano criminal de mediana edad que le ayudará a progresar en el mundillo, pero que por el camino traerá para él multitud de problemas y quebraderos de cabeza. Se trata deMichael: Un especialista del robo a gran escala que se encuentra ya retirado, pero al que su iracunda personalidad y algunas cuentas pendientes del pasado le obligan a volver al "servicio activo", y que le condenan a repetir los peligrosos vicios de su anterior estilo de vida. Desde el retiro su existencia no es que sea idílica precisamente, con una familia disfuncional al borde de la destrucción marcada por una esposa con la que la infidelidad está permitida (siempre que no sea en casa), un hijo que sólo piensa en los videojuegos y en insultar a sus rivales a través de internet, y una hija que comienza a coquetear con participar en la fecunda industria pornográfica de la costa oeste.
Con toda su libertad, su acción, su mala leche y su furia Grand Theft Auto V está por fin entre nosotros. ¿El veredicto? Una obra maestra inapelable.
Con ese panorama, y una serie de nuevas deudas que invitan a recuperar los antiguos hábitos y abandonar la tranquilidad de la piscina y el daiquiri, se une un tercer elemento para componer un cóctel explosivo: El altamente volátil Trevor. Se trata de un ser peligrosísimo y sociópata, sin ningún tipo de apego por la vida de nadie que no sea él mismo, y que tiene una presentación verdaderamente impactante ya bien entrado en cuanto a horas el juego y en la que destroza, literalmente, uno de los más recientemente creados mitos de la serie. No diremos nada más para evitar los siempre innecesarios spoilers, pero sólo debemos dejar claro que este psicópata es un tipo duro de verdad. Uno al que incluso a nosotros mismos nos va a costar mantener a raya en más de una ocasión.
La serie GTA continúa su camino hacia la madurez con esta quinta entrega, y lo hace sin por ello renunciar al sentido del humor. Lejos queda el tono dramático y solemne de Niko Bellic y sus desventuras en Liberty City, puesto que V es mucho más frívolo como la propia versión California a la que parodia virtualmente, pero eso no significa que se haya vuelto al estilo despreocupado de San Andreas, Vice City o III. Aquí todo lo que hacemos importa, los personajes están bien tratados y están muy alejados del componente de caricatura que solían tener antaño. Todos de hecho tienen sus motivaciones, y si a Trevor le empuja un salvaje deseo de venganza, Michael en cambio tiene una suerte de anhelo de relación paterno-filial con Franklin que le empuja a enseñarle los entresijos de un negocio que, como es obvio, no puede compartir con el inútil patán de su hijo. Rockstar se ha arriesgado con una historia que se desgrana a tres bandas, pero lo cierto es que se sigue con interés sin importar por cuál de los protagonistas sintamos predilección, puesto que sus personalidades son creíbles incluso en el caso más extremo, y el guión cuenta además con buenos golpes de efecto, con posibilidad de tomar decisiones en más de un momento, y con los clásicos gags y el humor, en ocasiones grueso, que nos sacará más de una carcajada.
Al Rojo Vivo
Cuando uno pone las manos sobre el título que nos ocupa se da cuenta de que pertenece indefectiblemente a la serie, y que el programa no ha hecho más esfuerzos de los necesarios por separarse o perder su identidad a pesar de los cambios. Esto se traduce en que, a pesar de que el prólogo es lineal, el juego no tarda ni media hora en abrir ante nuestros ojos toda la grandeza de su monumental terreno. La gigantesca Los Santos, y también varias pequeñas poblaciones que la rodean, y que salpican un no menos grande paraje natural que es un verdadero placer recorrer. Rockstar, por si fuera poco, no ha puesto cortapisas de ningún tipo a nuestro avance, lo que significa que todo su mundo está abierto desde el primer minuto de campaña. Aunque nuestros primeros pasos, por suerte, van a estar muy acotados en el barrio del propio Franklin.
La vida que rezuman las calles de Los Santos es uno de los aspectos mejor logrados por el videojuego.
De una forma muy natural el camino de éste se cruzará con el de Michael, encontrando los dos un acomodo a una serie de trabajos conjuntos que no les va a impedir seguir disfrutando de sus vidas en solitario y permitirnos a nosotros, por ende, hacer lo propio con sus destinos. Y, poco tiempo después, aparecerá en escena Trevor, presentándonos una zona desértica alejada de Los Santos y, por motivos que no podemos entrar a describir como es lógico, colisionando con la vida de los otros dos protagonistas. La colaboraciónentre los tres nos dejará algunos de los momentos más espectaculares del título, especialmente en cuanto a las misiones en las que cooperan ofreciéndonos puntos de vista diferentes de una misma situación, pero no faltarán los recelos y las circunstancias en las que todo parezca a punto de estallar. Casi siempre por la irracional actitud de uno de los tres vértices del triángulo... ya podéis imaginar de quién hablamos.
¿Cómo funcionan los tres ladrones a efectos jugables? Cuando estamos fuera de una misión y, a partir del momento en el que ya tengamos a todos ellos desbloqueados, podemos cambiar entre uno y otro con sólo dejar pulsada la cruceta del pad y escoger con el stick derecho por cuál de ellos queremos optar en un cómodo menú radial. La maniobra se lleva a cabo como si de una aplicación de GPS al estilo Google Earth se tratara, alejándose la vista en perspectiva cenital desde el protagonista que tenemos inicialmente seleccionado hasta los cielos, desplazándose por el aire hasta la posición del que hayamos escogido y descendiendo de nuevo hasta él. El proceso no es tan fluido como Rockstar había mostrado en los tráilers, y puede dilatarse algo más haciéndonos esperar unos segundos para que se produzca el cambio, pero aún así es muy cómodo y visualmente espectacular. En este proceso descubriremos a los tres protagonistas en distintos lugares del mapa y, en ocasiones, incluso tras haberse cambiado de ropa o a bordo de vehículos en mitad del tráfico puesto que en nuestra ausencia cuentan con autonomía. No tardaremos muchas horas en descubrir que las situaciones están escriptadas, y que constantemente los encontraremos saliendo de una cafetería, aparcados en el coche lamentando su mala suerte o recién despertados, más o menos en función del horario. Es algo que no tiene nada de malo, como es lógico en un juego de estas dimensiones, aunque sí es cierto que si les seguimos el rastro de cerca veremos como en esencia siguen con lo que les dejáramos haciendo.
Cada uno tiene su propio abanico de misiones independientes, su casa, sus conocidos e incluso la zona donde suelen operar, y sólo en algunas ocasiones compartirán objetivos comunes. Serán esos encargos casi siempre sofisticados golpes a tres bandas donde GTA saca lo mejor de sí mismo, espectaculares maniobras que nos demuestran que Rockstar ha puesto el listón muy alto en esta ocasión en lo que se refiere a la espectacularidad. Si cuando los tres están fuera de una misión el cambio entre ellos es libre y sin ataduras y con ese interludio de unos segundos para llevar a cabo la transición, durante los encargos, en cambio, el proceso está más atado en cuanto a posibilidades pero es instantáneo por la cercanía. Si el trío de criminales participan en un golpe podemos ir cambiando entre ellos sin interrupción, y disfrutando no sólo de sus habilidades distintas sino también en muchos casos de la diferente posición que adopten sobre el escenario, y que nos podrán dar ventajas tácticas en caso de que uno, por ejemplo, esté apostado a cierta altura o de que otro esté a los mandos de un vehículo.
En otro orden de cosas recordamos que algunos aficionados protestaban de ciertas misiones que consideraban "de relleno" en entregas precedentes de GTA, aquellas en las que se nos encomendaba sencillamente ir de un lado a otro para recoger un objeto o para matar a alguien en objetivos que no afectaban demasiado al discurrir de la trama. Esos objetivos de "correo" desaparecen casi en su totalidad, y en todo momento con V sentimos que todo lo que hacemos dista de obedecer a patrón alguno de reciclaje y que hace avanzar una historia, que nos permiten más conocer a sus protagonistas, o que sirven para presentarnos una dinámica jugable divertida. Eso, teniendo en cuenta que hay casi 70 misiones de carácter principal, y un sin fin de secundarias (ya más estándar) es todo un mérito.
Trevor es uno de los puntales narrativos del juego. El personaje es una bola de demolición andante, pero es creíble y está muy bien recreado.
Score
Grand Theft Auto V es un videojuego sobre atracadores, pero también es mucho más que eso. Las misiones que llevamos a cabo son de muy distinta índole, y las hay desde los clásicos ajustes de cuentas, hasta favores a su familia en el caso de Michael pasando por tráfico de drogas en el caso de Trevor o por encargos de embargo en el de Franklin, por poner sólo algunos ejemplos de la enorme variedad de objetivos principales que ofrece el programa. Todas tienen generoso número de checkpoints, están presentadas con cuidadísimas cinemáticas, y en los viajes del punto A al B cuentan con la ya habitual incontinente verborrea de los acompañantes que a menudo llevaremos en nuestro vehículo para estas misiones.
¿Las mejores? Por supuesto son los golpes, ahí es donde Rockstar saca lo mejor de su talento y nos regala los momentos más intensos del programa... ¡Lástima que sólo haya unos pocos! Ahí es cuando el lanzamiento logra hacernos sentir partícipes de lo que pasa, y nos sumerge de una manera tan brillante en todo el proceso de planear un robo a gran escala y después ejecutarlo que es poco menos que imposible no sentirse uno más de este fenomenal grupo de ladrones. Los motivos tienen que ver con el hecho de que participamos de todas las partes del atraco, desde su gestación, pasando por la recogida de todo lo que necesitemos para llevarlo a cabo, su ejecución, la huída y el posterior cobro del botín que tan merecidamente hemos ganado.
De hecho la preparación de un golpe es una de las partes más importantes de nuestro proceder criminal, ya que de nuestra toma de decisiones va a depender cómo va a llevarse todo acabo. Todo está planteado siempre desde una pizarra, improvisada o real, donde se nos presenta todo lo que tiene que ver con nuestro objetivo. Para llenarla hay que hacer antes un exhaustivo examen de la localización donde vamos a dar el golpe, sacando fotos, eligiendo a nuestros aliados en el trabajo de entre los criminales que hemos ido conociendo en las calles de Los Santos, y llevando a cabo un estudio de campo que nos permita saber cómo operar. El siguiente paso es el de hacernos con los pertrechos que nos hagan falta, ya sea algún arma concreta, un vehículo en particular o algún accesorio específico como disfraces, por poner el caso.
El fondo del mar es uno de los lugares que explora ahora la serie Grand Theft Auto. Es un universo más, y está plagado de sorpresas.
Esto último, como es lógico, cambia en función de la vía que escojamos. Y es que sobre la pizarra se nos pedirá que elijamos cómo queremos hacer las cosas, eligiendo si por poner el caso un golpe a una joyería se lleva a cabo sutilmente o con violencia, o si por poner otro una valiosa carga marina se recupera en una sofisticada maniobra que incluye un batiscafo y un avión, o si se lleva a cabo de una manera mucho más clásica y más volcada en la tierra firme. Esto no sólo supone que aumenta nuestro control sobre lo que está pasando, sino también que hay un fuerte componente rejugable a la hora de revisar los golpes explorando sus otros caminos con la herramienta que ofrece el título para volver a superar cualquier misión en el momento que prefiramos. Cada uno de los tres protagonistas tiene un estilo muy distinto y un set de habilidades propio y esto provoca que, de una forma muy lógica, adopten diferentes roles durante las misiones en las que colaboran. Michael, por su destreza para la acción, acaba estando siempre en el frente del combate; Trevor, por su grado de veterano del ejército como piloto suele ocuparse del manejo de vehículos especiales como helicópteros, sumergibles, etcétera; mientras que Franklin es un multiusos, aunque con especial inclinación por las labores de conductor. El programa, debe quedar claro, ofrece por primera vez en la serie la posibilidad de activar " poderes" particulares para cada héroe, con una cámara lenta en los tiroteos en el caso de Michael, un poder devastador en la munición de Trevor y una reducción en los daños que recibe, y una conducción de reflejos disparatados en el de Franklin. Todas pueden ser activadas con sólo pulsar simultáneamente los dos sticks del pad, y duran un tiempo limitado y se van cargando rápidamente si llevamos a cabo acciones de mérito. Cada uno de los tres protagonistas tiene, por si fuera poco, el mismo set de características con varios valores como resistencia, habilidad con armas, con vehículos, etcétera. Y en nuestra mano está hacer que vayan mejorando hasta alcanzar sus máximos valores, puesto que si pasamos muchas horas a los mandos de un avión mejoraremos en ese campo, y lo mismo sucederá con sus respectivas capacidades si pasamos tiempo corriendo o disparando entre otras muchas cosas
Los golpes a los bancos son la mejor parte del juego, pero no son fáciles. Son un proceso muy largo que incluye planes y, por supuesto, mucha acción.
American Lifestyle
Hay una cosa que de verdad logra hacer muy bien lo nuevo de Rockstar. Se trata de todo lo que tiene que ver con hacernos sentir que ganamos dinero para algo, e incluso despierta en nosotros un cierto sentido de avaricia fomentando el interés por ganar más y más para acceder a caprichos más caros. Algunos golpes del juego nos van a deparar unas cantidades de dinero que en el pasado no habríamos ni soñado en la serie, pero si los botines que ganan los personajes son altos también lo son sus gastos, así que todo irá enlazado de forma correlativa. En realidad el estudio ha ideado todo un entramado de consumismo muy interesante, basado en un sistema de compras que engancha, en la adquisición de propiedades e incluso la participación en el negocio de la bolsa con sus fluctuaciones casi siempre impredecibles pero que otras veces no lo son tanto, puesto que algunas misiones atentan contra los intereses de alguna empresa que cotiza, y no hará falta ser una lumbrera para intuir que si invertimos con fuerza en su competidora nos haremos de oro. Para empezar el teléfono móvil vuelve a ser el centro neurálgico del videojuego en cuanto al ocio y las misiones principales, y su uso es idéntico al que veíamos en GTA IV. Para sacarlo basta con pulsar la cruceta del pad hacia arriba y con él en la mano podemos seguir haciendo actividades como caminar o conducir mientras nos movemos por su intuitivo interfaz con las distintas direcciones de la propia cruceta. Podemos desde hacer fotos, llamar a nuestros amigos, enviar o recibir SMS o correos electrónicos y, por supuesto, echar un vistazo a qué se cuece en internet. El título vuelve a presentar aquí muchas parodias de conocidos sitios de la red y no faltan a la cita ni tan siquiera una demoledora sátira a Facebook. Lo mismo podemos decir de la televisión o la radio, nuevamente impecables, con dos canales en el caso de la primera e infinidad de emisoras en el de la segunda, y en ambos casos con todo muy cuidado en cuanto a programas, temas musicales, anuncios, bromas, etcétera. Si sentimos algo de interés por todo el universo creado por sus responsables, ciertamente pasar unos minutos viendo la televisión desde el sofá de nuestra casa o escuchar con algo de atención la radio es algo que compensa.
El sistema de adquisición de propiedades funciona de una forma distinta a los pinitos que la serie había venido haciendo en este campo en el pasado. Las casas, por ejemplo, ya no se compran, puesto que o nos aparecen de serie desde el primer minuto del juego por ser de los personajes, o se adquieren conforme avanza la campaña en distintos puntos del escenario gracias a giros argumentales. Así pues lo que compramos son negocios, como hangares, locales comerciales e incluso cines, o, por poner otro ejemplo, todos ellos con ingresos de carácter semanal, pero así mismo con su propio set de misiones a completar. También hay garajes donde almacenar nuestros vehículos siempre que queramos, aunque si los dejamos olvidados por ahí o sencillamente los perdemos habrá que recurrir al depósito municipal y pagar una fianza para recuperarlo, y así mismo plazas para depositar nuestros aviones o barcos. Todas estas medidas nos llevan a pensar que en algunos momentos de la serie Rockstar ha querido que sintamos apego por los vehículos que adquiríamos, pero en este caso hay que dejar claro que GTA V es la entrega de la franquicia que en mayor medida lo ha logrado, ofreciéndonos quizá no las opciones de personalización más altas, aunque sí muy generosas, pero definitivamente sí la mayor elegancia y exclusividad en vehículos.
Coches rápidos, barcos de lujo, locales, juego de bolsa... Hay mil y una formas de gastar nuestro dinero en Grand Theft Auto V.
Por otra parte hay que dejar claro que el juego se va abriendo poco a poco, y en esta ocasión se ha tomado la inteligente decisión de graduar más que nunca la aparición de todas las alternativas jugables en cuanto a encargos secundarios, pero también incluso las tiendas y los productos que ofrecen. De hecho constantemente nos llegarán SMS al móvil para advertirnos de que ya hay a la venta tal o cuál producto nuevo. Esto tiene que ver con las armas, que vuelven a Ammunation, y que en esta ocasión nos permiten contar con un arsenal más personalizado que nunca gracias a un gran número de alternativas y a la personalización de éstas en cuanto a añadidos, con silenciadores, linternas, colores, cargadores ampliados, etcétera. Lo mismo es aplicable a los vehículos que, en los talleres, admiten toda clase de accesorios y mejoras, y que ahora son más fáciles de conservar y mimar, y a los propios personajes, para los que podemos hacernos con ropa, tatuajes, cortes de pelo… Todo este interés del estudio por hacer que el dinero tenga una utilidad real y un componente adictivo en su recolección e inversión se traduce también en divertidos momentos cuando nos movemos por las calles de Los Santos, despertando frases de admiración entre los viandantes si contamos con un buen coche o un traje elegante.
Por último la marca siempre se ha caracterizado por su enorme libertad, y en eso V no iba a suponer un paso atrás ni mucho menos. El mapa más grande que habían prometido sus creadores no está reñido ni mucho menos con la intensidad, densidad o el nivel del detalle por el que se apostó en IV, y en este sentido el nuevo episodio es un compendio muy cuidado de las mayores virtudes de las entregas de la serie. El escenario tiene, de sur a norte, zonas urbanas, desérticas y en su zona superior incluso bosques y áreas montañosas. Es una representación esquemática y muy de la geografía y orografía de lo que rodea a la propia Los Ángeles, y es un mundo que no sólo es un placer recorrer, sino que además está plagado de cosas que hacer. Como ya hemos dicho el programa va abriéndose poco a poco en cuanto a la propuesta de actividades, y pasará algo de tiempo antes de que liberemos minijuegos como el tenis, jugar con el perro de Franklin, el yoga, el golf, la caza y el resto de alternativas… Todos ellos son sencillos y algunas personas no les encontrarán más encanto que el de disfrutarlos una vez por mera curiosidad puesto que en algunos casos no dan mucho de sí, pero tanto los completistas como los que gusten de sumergirse en el mundo seguramente disfrutarán de su presencia más de una vez. Donde sí hay más sustancia es en los objetivos de carácter secundario, que se traducen en pequeñas misiones de ejecución, de fotografiado de famosos en situaciones incómodas, las personas que encontraremos aleatoriamente o de forma programada por las calles, las distracciones de recuperado de vehículos... ¿Entre los que más nos han gustado? Los objetivos de cazarecompensas de Trevor, que no tienen nada de particularidad en cuanto a su ejecución, pero que nos obligan a investigar y explorar bastante para poder resolverlos, puesto que las pistas son escasas y desafiantes.
Las armas y la posibilidad de personalizarlas son una de las bazas del juego. Desde la pistola más estándar hasta un sencillo bidón de gasolina hay muchas alternativas.
Los Santos - Gráficos y Tecnología-
En los distintos avances que hemos ido llevando a cabo sobre el programa ya habíamos venido adelantando lo sorprendidos que estábamos con el apartado visual del programa, sin embargo ansiábamos tener entre manos una versión final para comprobarlo con nuestras propias manos. Dicho esto el veredicto admite poca réplica, y es que teniendo en cuenta el prisma del videojuego, su carácter de mundo abierto y su maravillosa implementación de distintas tecnologías como las empleadas para las físicas, por ejemplo, nos regalan un apartado visual sencillamente inconmensurable. Compacto, sin grietas y con algunas crestas de la ola de verdadera impresión.
Hay que empezar por lo puramente gráfico, que tanto artísticamente como, especialmente, a nivel de ejecución está a un nivel que pocos esperarían a estas alturas de generación. Rockstar es un estudio que cuida mucho los detalles, y la perfecta recreación de una Los Ángeles virtual que es un placer descubrir y por la que gozaremos paseando ya sea de pié o a bordo de toda clase de vehículos, es un mundo en el que es fácil sumergirse y ante el que definitivamente caemos rendidos. Atrás quedan recursos impensables en el año 2013 como los tonos pastel de IV, el nuevo GTA es impecable desde cualquier punto de vista, y renderiza con mayor detalle del que esperábamos las grandes distancias, ofreciéndonos esa clásica experiencia de la que tantas ganas teníamos donde cualquier punto del escenario por lejano que parezca está recreado con gran nivel de detalle y, además, es alcanzable por nuestro propio pie.
En cuanto a modelado tanto los edificios como los personajes están también a un nivel altísimo, con mención especial para estos últimos en caso de unos protagonistas que cuentan con una expresividad brutal, unos movimientos superlativos y una carga poligonal y una calidad de texturas digna de encomio. Como es lógico sólo algunos secundarios relevantes tienen un trabajo siquiera parecido en términos cualitativos, y el resto de peatones que encontraremos por las calles tendrán un nivel mucho más limitada, pero aún así con un sin fin de modelos y una gran variedad en las actitudes, movimientos y animaciones.
Desde cualquier perspectiva visual el lanzamiento es una joya. Cuenta con un nivel altísimo, y se consolida entre los productos punteros del momento.
Resulta fantástico ver, además, cómo se mueve el juego, y la soltura con la que lo logra. El motor RAGE lleva ya toda la generación mostrando sus bondades, y en esta ocasión ha conseguido dar su mejor versión, con fluidez, sin problemas y con un rendimiento estético apabullante. Tal es la versatilidad del engine que podemos ver cómo las cinemáticas se generan con éste, permitiendo cosas como el hecho de que en una cinemática una sucesión de primeros planos en una conversación llevada a cabo con enorme nivel de detalle se zanje sencillamente con la cámara alejándose y facilitándonos tomar control de nuestro personaje sin corte alguno. Idénticas conclusiones podemos sacar de las físicas, nuevamente cortesía de Euphoria, que son perfectas para los impactos y colisiones con personajes, especialmente meritorias con sus reacciones a las balas, y que si bien son algo exageradas para los vehículos, fomentan su espectacularidad y diversión. Mención especial para los filtros luminosos que le dan al sol y a la luz artificial un realismo fantástico, y para un sinfín de detalles entre los que nos quedamos con el tratamiento del agua: con una perfecta representación de físicas de fluidos que incluyen un maravilloso efecto de oleaje.
¿Pegas? Por supuesto que hay algunas, pero éstas son minúsculas ante el monumental prisma de todo lo que trae consigo el videojuego. Podemos mencionar que los textos son, como siempre con Rockstar, algo pequeños, y que en determinadas configuraciones pueden ser de difícil visibilidad. Y también hay algunos momentos puntuales donde el popping (generación tardía de objetos en pantalla) hace acto de presencia cuando forzamos al juego, y que también en algunas circunstancias hemos observado alguna caída en la tasa de imágenes por segundo. En ambos casos hablamos de incidencias que se producen en circunstancias muy concretas y de forma muy esporádica, consolidando unapartado tecnológico sencillamente sensacional. Cabe mencionar en cuanto a las curiosidades de este apartado que la edición de Xbox 360 llega embalada en dos discos, y que el primero de ellos está destinado a la instalación obligatoria en nuestro disco duro.
En lo tocante al sonido, Grand Theft Auto V atesora las habituales virtudes de cualquier producto de su estudio responsable, desde siempre una de las áreas de sus lanzamientos que tratan con mayor mimo. La banda sonora está a la altura de lo que esperábamos, con mayor número de emisoras que nunca para distintos estilos (pop, rock, electrónica, hardcore, latino, country…), con un sinfín de temas licenciados de calidad extraordinaria y con el habitual sentido del humor para las cuñas publicitarias y la tradicional calidad de los locutores, aunque sus partes no están subtituladas y hace falta un buen nivel de inglés para comprenderlos. Y es que el título, también siguiendo la tradición de la franquicia, llega a nuestro país con la única traducción de sus textos, una línea habitual en la serie que nos permite escuchar el asombroso trabajo de interpretación en una versión original inapelable, pero que en caso de no tener un nivel muy alto de inglés (cargado de jerga y de acentos a menudo de difícil comprensión) nos va a condenar a leer los subtítulos incluso cuando estemos pilotando en el coche con la incomodidad que eso conlleva, puesto que las conversaciones al volante son constantes y ciertamente de enorme interés. Por si fuera poco en el nuevo título debuta el score musical, con temas de producción propia que se suceden en las misiones o en las escenas más intensas, y que también son brillantes y muy adecuados.
El retrato de los vehículos impresiona. Su modelado es perfecto, las físicas están muy logradas y cuentan con unos desperfectos de lo más realista.
Grupo Salvaje -Conclusiones-
Títulos como Grand Theft Auto V, lanzados como en este caso en los últimos coletazos de una generación, hacen preguntarse si realmente era necesaria la que, para algunos, es una precipitada presentación de un inminente cambio de ciclo de consolas. Es obvio que las nuevas máquinas permitirán obvias mejoras en lo visual, cosa que agradecemos como es lógico, pero viendo lo nuevo de Rockstar hay que cuestionarse si las constantes declaraciones de otros estudios poniendo en duda el seguir progresando en términos creativos con las actuales plataformas eran tan precisas, y contaban con el carácter de urgencia con el que se nos presentaron. Michael, Franklin y Trevor demuestran que en cuanto a calidad y exploración de posibilidades jugables tanto PlayStation 3 como Xbox 360 todavía tienen mucho que ofrecer y posibilidades de avanzar.
Y es que la capacidad del programa para evolucionar es incontestable y ofrece no sólo la mejor experiencia sandbox que hemos vivido hasta ahora, sino también el mejor videojuego del que hemos disfrutado en esta generación de consolas. Asentado sobre los pilares del anterior, el juego que nos ocupa mejora hasta lo inimaginable su fórmula, y va mucho más allá del "más grande" y "más variado" que algunos reclamaban, apostando también por ir más allá de aquel en aspectos muy innovadores como el ya consabido cambio de personajes.
Precisamente en cuanto a la forma de movernos o combatir, poco ha cambiado GTA V con respecto a lo que ofrecía su predecesor de 2008. El manejo del personaje es idéntico, con el mismo esquema de controles, idéntico tipo de acciones y, si cabe, una mayor agilidad para éste que nos permite movernos por el escenario con fluidez máxima. Cabe destacar que ha mejorado notablemente la disposición y el estilo de la cámara de rango cercano que se presentó por vez primera en la aventura de Niko Bellic es muy superior, ya volcado hacia un lado permitiendo una mayor visibilidad y facilitando la opción de disfrutar de una vista más cercana llevada a cabo por fin con elegancia y funcionalidad: más cercana al shooter en tercera persona que a la habitual de la serie. Eso sí, como no podía ser de otro modo, con sólo pulsar el botón Select podremos alternar entre las tres disponibles con otras dos mucho más clásicas.
La recogida de coches es una de las labores que podemos llevar a cabo. Comienzan a pequeña escala con una modesta grúa, pero más adelante...
Los tiroteos del título, por su parte, están tan bien resueltos como los de su predecesor, y la IA está notablemente mejorada, especialmente en una policía de la que nos costará mucho más deshacernos, tanto en los tiroteos directos como en las aparatosas persecuciones. Vuelve a emplearse el sistema de coberturas, ya fundamental en un lanzamiento de estas características, y todo se encamina hacia un planteamiento de la acción muy orgánico que permita la comodidad y la accesibilidad de cara al usuario. Los vehículos tienen un sistema de control parecido, aunque también con sus pequeños ajustes, pero hace sus labores perfectamente transmitiendo de forma adecuada las físicas y las diferentes condiciones de los distintos vehículos, convirtiéndose en una maniobrabilidad que nos costará como siempre en primera instancia pero a la que no tardaremos muchas horas en sacarle enorme partido.
Nos va a hacer falta dominar la conducción para desplazarnos, aunque los trayectos serán casi siempre mucho más cortos de lo que teníamos entre manos en el pasado. Y es que en realidad recordamos pocas misiones en las que haya que recorrer más de 6 o 7 kilómetros, puesto que todo está más comprimido y los encargos de la campaña son más compactos. GTA San Andreas en ocasiones resultaba algo molesto cuando nos emplazaba a llevar a cabo un viaje de varias decenas de kilómetros para llevar a cabo una misión, y eso ha desaparecido en una nueva entrega que apuesta por lo compacto y también a que gracias a la posibilidad de cambiar entre unos y otros personajes nos hace perder el menor tiempo posible. Esto no significa que no haya vehículos destinados a grandes viajes como los barcos o los aviones, realizados como esperábamos con el habitual buen hacer de sus responsables, y tampoco que no haya enormes ubicaciones que explorar como el desierto, los bosques o incluso el fondo marino por el que podremos bucear o incluso recorrer con nuestro batiscafo y que guarda algunos sorprendentes secretos, pero sí quiere decir que el más interesado en las misiones se puede centrar en ellas, y que el más inclinado hacia la exploración tiene también hueco. El que mejor se lo pasará, sin duda, será el que disemine su tiempo con igualdad entre una y otra vía, es sintiéndose dentro del mundo de Los Santos como mejor se va a sentir el usuario.
Chop es el perro de Franklin. Podemos jugar con él, llevarlo de paseo, o incluso hacer que nos acompañe en nuestros trabajitos... ¡Una ayuda nunca viene mal!
El programa cuenta con un número de horas a sus espaldas tan respetable como en el caso de cualquier otra entrega de la serie, aunque ha llevado a cabo un cambio radical con respecto a lo que veíamos en el debut multijugador de IV. Si por aquel entonces teníamos entre manos unas modalidades bastante estándar en cuanto a su formato, pero bendecidas por la radical libertad de contar con el gigantesco mapa de la campaña para campar a nuestras anchas, en esta ocasión se ha optado por algo muy distinto y todavía más ambicioso. Se trata de ofrecer el acceso gratuito a GTA Online, una suerte de videojuego en paralelo centrado únicamente en el on-line de carácter persistente, y que se pondrá en marcha el día 1 de octubre con la intención de Rockstar de dilatarlo en el tiempo si tiene éxito. Con él podremos llevar a cabo muchas de las acciones que hay en la campaña, pero también contará con sus misiones particulares, su protagonista propio (personalizable desde cero), la posibilidad de cooperar con nuestras amistades y un soporte para 16 jugadores que, entre muchas otras cosas, promete dar grandes alegrías a los fans de la serie. Su lanzamiento contará con un análisis particular en las páginas de 3DJuegos, como no podía ser de otro modo, pero su pertenencia al vasto universo de Grand Theft Auto V nos obligaba a, como mínimo, mencionar su presencia aquí.
Valoración de Grand Theft Auto V
“Inolvidable”
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Rockstar ha sido uno de los grandes triunfadores de la actual generación, y han vuelto a demostrar el por qué con el inabarcable GTA V. Hacer justicia con un análisis a todo lo que ofrece es imposible, y sencillamente calificamos de imprescindible su compra a cualquier usuario amante de las experiencias adultas de calidad. Cuando se recomienda a ciegas a alguien la compra de un videojuego a menudo es una maniobra arriesgada, pero con un producto de la calidad del que nos ocupa equivocarse parece poco menos que imposible.
| Jugablemente es la mejor mezcla de géneros que hemos visto hasta ahora: acción, vehículos, libertad… |
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| La sensación de pertenencia a un mundo vivo, complejo y gigantesco. |
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| Algunas minucias tecnológicas inevitables en esta generación. |
| Duración: 35-80 horasJugadores: 1-16 (Competitivo: GTA online / Cooperativo: GTA online)
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